Si lograban su propósito, obtendrían un buen pellizco que les ayudaría a llevar a cabo su objetivo final: hacerse con la ciudad más santa de la Tierra y arrebatársela a los musulmanes. Designa a aquellos aficionados casuales que sólo muestran entusiasmo en grandes eventos o cuando el equipo de turno gana algún título, así como aquellos que acuden a los estadios y, en lugar de animar, pasan la mayor parte del tiempo criticando a su propio equipo.