En el campo continental de la Copa de Campeones (renombrada esa temporada como Liga de Campeones de la UEFA), los milanistas se confirmaban como una muy sólida escuadra al vencer sus diez partidos disputados, marcar 23 tantos y ver vencida su valla en tan solo una ocasión. Se le viene una larga seguidilla del partidos con Olympiacos en los que deberá en la mejor forma para enderezar el camino en la Liga de Grecia y la Europa League.