La frase puede ser leída como un punto de convergencia entre un rancio, difuso, intempestivo pero eficaz anticomunismo y un ataque directo al color que identifica al PT desde su fundación en 1980. Como otros movimientos de ultraderecha en el mundo, el bolsonarismo se apropió de los colores de la bandera nacional y hasta de la mismísima camiseta de la selección brasileña, camiseta de japon mundial 2022 que Bolsonaro lució en 2022 para ir a votar en la equipaciones futbol primera vuelta.