Umbro era la empresa dedicada a manufacturar los uniformes de la selección, y habían triunfado tres años antes con el revolucionario tejido con el que confeccionaron las camisetas que lució Inglaterra en el Mundial de México 70, al que bautizaron como Aertex: para combatir el calor de México, crearon un tejido con agujeritos para que la transpiración fuera mejor. Por eso, cuando algunos de estos factores se mezclan, vemos resultados sorprendentes como cuando la selección más antigua del mundo (junto a la de Escocia) vistió de amarillo.