Así, y pese a no lograr clasificarse para las fases finales de los Juegos Olímpicos de 1960 de Roma y la Copa Mundial de 1962 de Chile, va adquiriendo gran experiencia y formación que pronto se verá reflejada con sus primeros éxitos como selección, dando una de las mejores etapas de la historia del equipo ghanés. Su oficialidad y adhesión al máximo organismo futbolístico le permite optar a jugar las competiciones internacionales futbolísticas.