Una vez que Hobbie (su hijo) se casó en Hawai y después de fracasar en el caso más importante de cuantos se había ocupado, Mitch se echó a la bebida. Entonces pidió dinero a Hobbie (que se lo prestó con tal de perderle de vista) y se mudó a Benidorm, donde fundó una agencia de detectives y donde cambió su apellido, de Buchannon a Buchanan, porque decía que sonaba más español.